Trastornos
Clasificación CIE-11
Depresión
La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por sentimientos de tristeza profunda, desesperanza y pérdida de interés o placer en las actividades que antes eran disfrutadas. Se produce a través de una combinación de factores, incluyendo factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunos de los síntomas de la depresión incluyen:
Cambios en el apetito y el peso
Dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
Fatiga y falta de energía
Dificultad para concentrarse
Sentimientos de tristeza, desesperanza y culpa
Pérdida de interés en las actividades que antes eran disfrutadas
Pensamientos de muerte o suicidio.
Hay varios tratamientos eficaces para la depresión, incluyendo terapia psicológica (como la terapia cognitivo-conductual) y medicación antidepresiva. La terapia y la medicación pueden ser efectivas por separado o en combinación.
La depresión es una afección muy común a nivel mundial, y se estima que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. En Chile, se estima que entre el 7% y el 10% de la población experimenta síntomas de depresión en algún momento de su vida. Sin embargo, muchas personas que sufren de depresión no reciben tratamiento debido a la estigmatización asociada con los trastornos mentales y la falta de acceso a servicios de salud mental adecuados.
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta emocional normal a situaciones estresantes o amenazantes, pero cuando es excesiva o interfere en la vida diaria, puede ser un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo persistente, preocupación o tensión que no es adecuado para la situación y que limita la capacidad de una persona para realizar actividades normales.
Los síntomas de los trastornos de ansiedad pueden incluir preocupaciones constantes, ataques de pánico, sudoración, palpitaciones, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad y dolores de cabeza.
Hay varios tipos de trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático, entre otros.
Los tratamientos eficaces para los trastornos de ansiedad incluyen terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, terapia de aceptación y compromiso, y medicación. La terapia cognitivo-conductual ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, mientras que la terapia de exposición les permite enfrentar gradualmente sus miedos.
Es común que la ansiedad afecte a muchas personas en todo el mundo y puede variar en gravedad y frecuencia. Se estima que alrededor del 30% de la población mundial experimenta algún trastorno de ansiedad en algún momento de su vida.
Trastornos de alimentación
Los trastornos de alimentación son un grupo de condiciones relacionadas con la forma en que una persona se alimenta, lo que incluye la elección de alimentos, la cantidad de alimentos que se consumen y el comportamiento relacionado con la alimentación.
Existen varios tipos de trastornos de alimentación, incluyendo anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón alimentario, trastorno de alimentación no especificado y trastornos alimentarios relacionados con otros trastornos mentales.
Los síntomas de los trastornos de alimentación pueden incluir una preocupación excesiva por el peso y la forma del cuerpo, una restricción severa en la cantidad de alimentos consumidos, atracones alimentarios repetidos y comportamientos compensatorios como el vómito autoinducido, el ayuno y el abuso de laxantes.
Las consecuencias de los trastornos de alimentación pueden ser graves y afectar la salud física y mental de una persona. Algunas consecuencias incluyen desnutrición, problemas cardíacos, trastornos hormonales, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.
El tratamiento de los trastornos de alimentación incluye una combinación de terapia psicológica, tratamiento médico y apoyo nutricional. La terapia cognitivo-conductual es un enfoque comúnmente utilizado en el tratamiento de los trastornos de alimentación, y puede ser efectiva en ayudar a las personas a cambiar sus pensamientos y comportamientos relacionados con la alimentación. También se pueden recetar medicamentos para tratar los síntomas de ansiedad y depresión.
MANUAL DSM-5
Fobia
La fobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por miedos extremos, irracionales e incontrolables a objetos o situaciones específicos. Estos miedos pueden interferir significativamente en la vida cotidiana y limitar la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades normales.
Hay varios tipos de fobia, incluyendo fobia social, agorafobia, fobia específica (como la fobia a los animales, a las alturas, a los espacios cerrados, etc.) y trastornos fóbicos relacionados (como la fobia a las enfermedades).
Las fobias más comunes incluyen la fobia social (también conocida como trastorno de ansiedad social), la fobia a los animales, la fobia a las alturas y la fobia a las arañas.
Existen varios tratamientos eficaces para las fobias, incluyendo terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición y medicación. La terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia psicológica que se centra en cambiar los pensamientos y comportamientos negativos asociados con la fobia. La terapia de exposición involucra la exposición gradual a la fuente de miedo bajo la supervisión de un terapeuta.
La investigación sobre las fobias ha avanzado significativamente en las últimas décadas, y actualmente se comprende mejor la naturaleza de estos trastornos y cómo pueden ser tratados. Aunque todavía hay mucho por descubrir, los avances en la investigación han permitido a los profesionales de la salud mental ofrecer tratamientos más eficaces a las personas que sufren de fobia.
Trastornos del espectro autista (TEA)
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo del cerebro que afectan el comportamiento social, la comunicación y el comportamiento repetitivo. Los TEA incluyen el trastorno autista, el síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Los síntomas del TEA pueden incluir dificultad para la interacción social, dificultad para la comunicación verbal y no verbal, comportamientos repetitivos o rutinas estrictas, intereses limitados y dificultad para entender y responder a las emociones de los demás.
La causa exacta de los TEA es desconocida, pero los investigadores creen que es probable que una combinación de factores genéticos y ambientales juegue un papel.
No hay un tratamiento único para los TEA, pero existen terapias y programas de intervención que pueden mejorar las habilidades sociales, comunicativas y conductuales de las personas con TEA. Estos incluyen terapia del comportamiento aplicado, terapia ocupacional, terapia del habla y terapia del juego.
Los TEA son uno de los trastornos neurológicos más comunes, afectando a alrededor de 1 de cada 59 niños en los Estados Unidos. La prevalencia de los TEA ha aumentado en las últimas décadas, pero aún se desconoce la razón exacta de este aumento.
Trastornos de personalidad
Los trastornos de personalidad son un grupo de desórdenes mentales caracterizados por patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento anormales y duraderos que afectan la forma en que una persona interactúa con los demás y se siente consigo misma.
Las causas de los trastornos de personalidad son complejas y pueden incluir factores genéticos, ambientales y psicológicos. La investigación sugiere que los trastornos de personalidad a menudo se desarrollan durante la infancia y la adolescencia y pueden estar relacionados con experiencias traumáticas o abuso emocional.
Los síntomas de los trastornos de personalidad pueden incluir patrones de pensamiento y comportamiento erráticos y poco adaptativos, como la falta de empatía, la dificultad para mantener relaciones a largo plazo y la impulsividad.
El tratamiento para los trastornos de personalidad a menudo incluye terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia interpersonal, que pueden ayudar a las personas a comprender y cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento. En algunos casos, pueden recetarse medicamentos para tratar síntomas asociados, como la ansiedad y la depresión. Es importante buscar ayuda profesional temprana para mejorar las posibilidades de recuperación.