Conquistar el propio cuerpo es comprender su territorio de emociones, lo que dice y no está pudiendo decir .
´El cuerpo “es un regalo del lenguaje”
(Lacan ).
«Lo que sucede en el cuerpo tiene que ver con las emociones que lo habitan».
En nuestros momentos tempranos, cuando somos pequeños y el ambiente que nos sostiene funciona; contamos con una madre suficiente y que responde a lo que necesitamos. Esta madre (cuidador@) adapta su cuerpo para ofrecer contención, nutrientes y el contacto necesario para un desarrollo sano y protegido. Las frustraciones que tienen cabida son solo aquellas posibles de tolerar y que ayudan a madurar, no hay espacio para el trauma. Se adquiere entonces esa seguridad, que sera una compañía para la vida futura y se instala la experiencia del dominio del placer y la satisfacción.
Luego, en el futuro de la misma manera somos los encargados de nutrirnos y protegernos, estableciendo así, una relación amorosa con nuestra dimensión física ,el lugar en que se hace presente el ser » nosotros mismos «. Es el cuerpo adquiere el sentido de permitirnos existir y la relación que tenemos entre este cuerpo- mente/psiquis ( inseparables), son la base de la estabilidad psicológica.
Es en el cuerpo donde las emociones, la mente reflexiva y racional se orientan en una misma dirección. De este modo, las emociones placenteras que son expansivas y relajan; dejan la energía vital desplazarse en el cuerpo y la mente. Por el contrario la angustia contrae, inhibe, bloquea y da expresión al dolor en una representación que deja su huella en cada célula que nos constituye. Es esa memoria emocional que en algún momento muestra sus heridas y aparece la enfermedad .
Cuando enfermamos es el cuerpo que habla de esas de tensiones, temores, dolores y de las huellas que han quedado en cada musculo y célula.
El cuerpo cuando habla, dice la verdad de lo que nos sucede aún cuando no escuchemos su voz. Expresa emociones silenciadas o transformadas en un lenguaje que le dan sentido a el dolor , al miedo y también la belleza y el amor.
«El yo es el cuerpo»,(Freud ) y lo que sucede en el cuerpo son la expresión de esas emociones que lo habitan. En este sentido somos en el y todo lo que significa la existencia humana pasa y se lleva en el cuerpo.
Negarlo podemos , silenciarlo es imposible. El cuerpo vivo encontrara la manera de expresar su voz y buscara calmarse ya sea en compulsiones, repeticiones y fragmentaciones , provocando la enfermedad.
Escuchar el cuerpo, es cuidarlo , protegerlo y resguar la psiquis.
«…….con su propio cuerpo el sujeto emite una palabra que, como tal, es palabra de verdad, una palabra que él ni siquiera sabe que emite como significante, porque siempre dice más de lo que quiere decir, siempre dice más de lo sabe que dice..»Lacan
Dejar hablar el cuerpo y decir aquello que necesita decir es necesario para sanar y despejarlo de esos pesos que lo deterioran y enferman. Esto abrirá la posibilidad de aceptar lo que hay que aceptar y vivir lo que hay que vivir , desde el cuerpo y en el cuerpo.
Un cuerpo dice en su emoción, su palabra y esta se hace acción consciente cada día al despertar y activar la capacidad de vivir.
«……es la imagen del cuerpo que da al sujeto la primera forma que le permite situar lo que es del yo y lo que no lo es («él es hombre y no caballo»)..” , Seminario Los Escritos Técnicos de Freud
La psicoterapia que incluye el cuerpo permite que este hable y guié el proceso.
«El cuerpo aparece, en la psicoterapia corporal, como mucho más que un simple portavoz o portador de signos; es el archivo vivo de la biografía de la persona. Cualquier persona habla a través de su cuerpo y de sus palabras. El verbo articulado es el mediador entre el cuerpo (la experiencia vivida) y el código (el campo simbólico y social del lenguaje). Hablar es una expresión corporal, un acto expresivo. El verbo se origina en el cuerpo. El organismo se expresa globalmente en forma verbal y no verbal. La palabra da sentido a lo experimentado, a los pensamientos, a las emociones. El análisis verbal de las experiencias es capital para la comprensión e integración y su procesamiento a la luz de la conciencia. Las terapias psicocorporales consideran que cuerpo y mente son dos vías de acceso a lo reprimido, a lo escondido, a lo estancado; y que, a partir de la expresión de los afectos es como se recupera en gran medida la unidad psicosomática y el equilibrio. Y los afectos se expresan a través de las emociones, del lenguaje corporal expresivo, y se integran en lo cortical, por los procesos cognitivos.»(G. Guasch, 1.987).
Susana Pérez Hidalgo