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Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa socialmente y percibe el mundo que le rodea. Es considerado un «espectro» porque los síntomas y las características varían ampliamente de una persona a otra, tanto en su intensidad y manifestaciones. Muchas personas con TEA pueden presentar dificultades en la comunicación verbal y no verbal, como problemas para iniciar o mantener una conversación, interpretar el lenguaje de forma mas comprensiva (no literal ) y/o expresar sus emociones y en algunos casos sus propias. También pueden mostrar patrones repetitivos de comportamiento, intereses limitados y una sensibilidad particular hacia ciertos estímulos sensoriales. La aparición del TEA suele ocurrir en la infancia temprana, y los síntomas pueden manifestarse en los primeros años de vida. Sin embargo, el diagnóstico puede realizarse en edades posteriores, ya que algunos individuos con TEA pueden desarrollar habilidades de comunicación aparentemente típicas en sus primeros años. El TEA es una condición altamente heterogénea y se cree que tiene causas multifactoriales, incluyendo factores genéticos y ambientales. Se ha demostrado que las diferencias en la estructura y la función cerebral están relacionadas con el TEA, lo que respalda la importancia de la neurociencia en su comprensión. Es fundamental abordar el TEA desde una perspectiva multidisciplinaria que integre la neurociencia, la psicología y la educación. Esto permite un enfoque completo en el desarrollo de intervenciones y estrategias que promuevan la comunicación, la interacción social y el bienestar de las personas con TEA. A medida que se avanza en la investigación y la comprensión del TEA, se busca mejorar los diagnósticos precoces, proporcionar apoyo y terapias adecuadas, y fomentar la inclusión y la aceptación en la sociedad. La sensibilización y la educación son fundamentales para promover una sociedad más inclusiva y comprensiva, donde las personas con TEA puedan alcanzar su máximo potencial y participar plenamente en todos los aspectos de la vida.

Algunas Características de una persona con autismo.

  • Tienen dificultades en las habilidades de juego. Suelen interesarse especialmente por partes de objetos (por ejemplo, hacer girar las ruedas de un coche) o realizar acciones repetitivas (alinear objetos, por ejemplo). También les cuesta incluir a otras personas en sus juegos.
  • Tienen dificultades para relacionarse con otros niños y niñas.
  • Pueden tener intereses peculiares y/o limitados (las rutas de metro, los trenes, los dinosaurios, los astros…).
  • Pueden tener alteraciones en el procesa- miento sensorial (molestarles determinados ruidos, texturas u olores)
  • Pueden presentar conductas repetitivas como movimientos de manos o balanceos de todo el cuerpo.
  • Prefieren la rutina y se alteran ante cambios en el entorno. Por ejemplo, pueden preferir ir siempre por el mismo camino hacia el colegio o llevar un determinado objeto.

Las personas con autismo, dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), pueden presentar una serie de características que afectan su forma de interactuar con el entorno y con los demás. Algunas de estas características incluyen:

  1. Dificultades en las habilidades de juego: Pueden tener dificultades para participar en juegos imaginativos o simbólicos, prefiriendo actividades repetitivas o centrarse en partes específicas de los objetos. También pueden tener dificultades para incluir a otras personas en sus juegos.
  2. Dificultades en la relación con otros niños: Pueden tener dificultades para establecer y mantener relaciones sociales con sus compañeros, mostrando falta de interés en interactuar socialmente o dificultades para comprender las normas sociales y los códigos de comunicación no verbal.
  3. Intereses peculiares y/o limitados: Suelen desarrollar intereses intensos y focalizados en temas específicos, como los trenes, los dinosaurios, la astronomía, entre otros. Estos intereses pueden ser más intensos y persistentes que los de sus pares.
  4. Alteraciones en el procesamiento sensorial: Pueden presentar una mayor o menor sensibilidad a estímulos sensoriales como sonidos, texturas, olores, luces, entre otros. Algunas personas con autismo pueden ser hiper o hipo sensibles a ciertos estímulos, lo que puede afectar su bienestar y su capacidad para participar en actividades cotidianas.
  5. Conductas repetitivas: Pueden mostrar comportamientos repetitivos y estereotipados, como movimientos de manos, balanceos del cuerpo o repetición de palabras o frases. Estas conductas pueden servirles como una forma de autorregulación o de satisfacción sensorial.
  6. Preferencia por la rutina y resistencia a los cambios: Tienen una fuerte preferencia por la estabilidad y la predictabilidad. Los cambios en la rutina o en el entorno pueden generarles ansiedad o angustia. Siguen rutinas establecidas y pueden mostrar resistencia o dificultad para adaptarse a situaciones nuevas o inesperadas.

Es importante destacar que estas características pueden manifestarse de manera diferente en cada persona con autismo, ya que el TEA es un trastorno amplio y heterogéneo. Cada individuo tiene su propia combinación de fortalezas y desafíos, y es esencial comprender y respetar sus necesidades individuales. Importante

El autismo es una condición, este termino se utiliza para describir el autismo porque se considera una característica intrínseca y duradera de la persona. El autismo no es una enfermedad que se pueda curar, sino que es una forma diversa de ser y de experimentar el mundo. Se entiende como una condición neurodevelopmental que afecta la forma en que una persona procesa la información, se relaciona con los demás y se desenvuelve en su entorno. El uso del término «neurodivergente» surge de la necesidad de reconocer y valorar la diversidad en el funcionamiento neurológico y cognitivo de las personas. Se considera que las personas con autismo y otras condiciones neurológicas, como el TDAH o la dislexia, tienen una neurodivergencia, es decir, tienen diferencias en la forma en que su cerebro procesa la información y se adapta al entorno. Estas diferencias no son mejores ni peores, simplemente son diferentes de la norma establecida. Al utilizar el término «neurodivergente» se busca promover una perspectiva inclusiva y respetuosa, que reconozca y valore la diversidad de habilidades y formas de pensamiento. Se enfatiza la idea de que no hay una única forma «correcta» o «normal» de funcionamiento cerebral, sino que existen diversas formas válidas y legítimas de ser y de pensar. Al llamar a una persona con autismo como neurodivergente se busca fomentar la aceptación, el respeto y la inclusión de su forma de ser y de experimentar el mundo. Además, se pretende desafiar los estereotipos y prejuicios asociados al autismo, promoviendo una sociedad más inclusiva y comprensiva, donde todas las personas, independientemente de su neurodivergencia, tengan igualdad de oportunidades y sean valoradas por sus habilidades y contribuciones únicas.

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